martes, 28 de octubre de 2014

Dos semanas sin malos humos...

Semana 56
Peso: 117,4 kg.

Pues nada, aquí estoy, en mi decimosexto día sin fumar...ciertamente no fue la elección más inteligente de mi vida, intentar dejar de fumar mientras estoy intentando bajar peso, pero, si eres exfumador, sabrás que este tipo de decisiones las tomas en la mayoría de las veces por las bravas. Aquí te pillo, aquí te mato. O, en mi caso, fijarme una fecha en el horizonte (el 12 de octubre en este caso) para encenderme mi último cigarrillo.

Y, claro está, he engordado. Pero eso ahora mismo es lo que menos me importa. Y lo que es mejor, es lo que menos le importa a mi médico y a mi enfermera. No es que sea mejor o peor...simplemente me siento arropado, comprendido...somos una piña! Como se dice en mi pueblo, lo primero es lo primero. Ahora mismo lo que realmente importa es quitarme un vicio que arrastro desde los 13 años, es decir, cuando la tele era en blanco y negro. ¿Que puedo ganar unos kilos en el intento? Pues ya me los quitaré, no hay problema.

De todas formas, gané dos kilos la primera semana sin fumar, pero en la segunda conseguí estabilizarme, perdiendo 100 gramillos de nada, pero que en este caso eran todo un mundo. Y estoy muy feliz por lo que he logrado, inmensamente feliz, absolutamente feliz...absolutamente quizás sea exagerar...echo de menos ciertas cosas, ciertos apoyos...es el problema de crearte expectativas, que como casi siempre, casi nunca se cumplen. Yo he puesto toda la ilusión del mundo en esta aventura, pero a veces esa ilusión no la comparte la gente que quieres al mismo nivel que tú...Pero me da igual, yo tengo muy claro lo que estoy haciendo, que lo hago en el momento que yo he creído oportuno, y que de momento está funcionando, al igual que funcionó y sigue funcionando lo de perder peso. Y ya está. Que no me voy a volver loco. No tengo prisa en lo del peso, ya he alcanzado un volúmen que hace más de 10 años no tenía. Obviamente no me voy a parar aquí, pero ahora considero mucho más importante mi lucha cotra el tabaco. Y la estoy ganando. Y la voy a ganar. Y lo he hecho en el momento justo. Justo en el momento en el que decidí que era el momento. Y no hay más.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Vuelta a la rutina...y un nuevo reto

Semana 54
Peso: 115,6 kg.

La curva se suaviza. Ahora, un pequeño tirón hasta Navidad.
Pues nada, que así a lo tonto, ya está aquí el otoño, y con él se acabó la relajación veraniega, se acabó salir a todas horas, estamos de vuelta en la rutina del buen comer, que no dieta.

Y en cierto modo lo estaba deseando. En estos meses estivales apenas han caído 4 kilos de peso, lo que al principio me costaba un par de semanas, y en el fondo echo de menos volver a ver bajar el numerito de la báscula con más asiduedad. Lógicamente, no vamos a volver a ser tan estrictos como hace ahora un año, pero sí que van a verse reducidas las cervecitas a deshoras, y vamos a intentar ceñirnos a la dieta marcada por mi médico, más que dieta una serie de pautas semanales combinando distintos grupos de alimentos.

Estas dos primeras semanas de octubre han ido según lo previsto: he perdido un total de 1,700 kg., que hubieran sido alguno más de no haber sido por el pantagruélico fin de semana que me he pegado con unos amigos en una casa rural en un pueblecito de Soria....todo un homenaje al buen comer y el buen beber. No entraré en detalles para no poneros los dientes largos, sólo decir que pensé que volvería a casa con 3 o 4 kilos de más...aunque al final fue medio kilito menos en el total de la semana!

Un nuevo reto

Desde que empecé el régimen, y sobre todo, desde que empezó a dar resultado, mucha gente me decía aquello de..."ahora sólo te queda dejar de fumar", a lo que yo siempre respondía que soy un hombre, y no se hacer dos cosas a la vez, ;) pero que en cuanto adelgazara lo suficiente, mi siguiente reto sería ese. Y, tras un año adelgazando, y viendo que ya no me cuesta esfuerzo el ceñirme a las comidas sanas, he considerado que ha llegado el momento de afrontar esta nueva aventura. Y lo hago porque me he dado cuenta de que tengo una fuerza de voluntad que ni yo mismo imaginaba, porque si he sido capaz de quitarme más de 60 kilos de peso sería capaz de cualquier cosa. Lo hago porque por fin me creo que lo puedo hacer. Algo inimaginable hace unos meses.

Estoy en mi tercer día sin tabaco, y tengo que decir que está siendo duro, pero no tanto como imaginaba. De momento lo voy a hacer a pelo, sin ningún tipo de ayuda externa más allá de los consejos de profesionales amigos. Nada de pastillas, nada de parches, nada de chicles. Con un par. Como si fuera de Bilbao. Aivalahostia.


miércoles, 1 de octubre de 2014

Autoestima

Semana 52
Peso: 117,3 kg.
Era difícil verme sonreir en una foto hace un año...

Hoy, 1 de octubre de 2014, hace exactamente un añito desde que empecé esta aventura. 52 semanas, 365 días y 62 kilos después hoy no voy a hablaros de lo que he perdido, como viene siendo habitual, sino de lo mucho que he ganado.

He ganado en salud. Mi cuerpo hoy hace un año era una bomba a punto de explotar, y lo podría haber hecho por diferentes causas, todas ellas ligadas a la obesidad. Mi corazón necesitaba un esfuerzo extra para mover todo ese peso, mis pulmones se fatigaban al no poder respirar correctamente, mis articulaciones sufrían horrores con semejante carga...Hoy en día, todo ello ha quedado, si no evitado del todo, al menos muy minimizado. Antes no podía andar 5 minutos seguidos, actualmente puedo estar más de 2 horas sin cansarme.

He ganado en seguridad. A pesar del mito del gordito alegre, abierto y dicharachero, yo era una persona muy retraída, muy insegura, siempre pensaba en las cosas malas que la gente veía de mí, nunca en las buenas. Hoy todo eso ha cambiado, me siento seguro, como Pepe Reina en los anuncios de la tele. Voy con la cabeza alta por la calle, me relaciono más que nunca, y he perdido parte de esa timidez innata que padecía.

He ganado en el aspecto físico. En los dos sentidos. Por un lado, ya no me miro en el espejo y veo una horripilante bola de sebo con patas, Ahora, dentro de mi fealdad, me siento guapo. Y, por otro lado, vuelvo a considerarme al menos un poco deportista. Ya no sólo por las caminatas que me doy todas las mañanas (en un año he caminado más de 3.000 km., puede que más que en el resto de mi vida junta...) sino porque también juego al pádel, heredando y transformando la afición que antaño tenía por el tenis.

Pero, sobre todo, he ganado en AUTOESTIMA. Nunca me he querido, siempre he rechazado mi cuerpo, mi imagen, en ocasiones hasta mi forma de ser y de actuar ante la vida, pero ahora por fin puedo decir que me quiero, y mucho.

Antes de terminar, habréis notado que estas dos semanas he ganado también...algo más de un kilito de peso! No pasa nada, una semana de fiestas pasa factura a cualquiera, y la tregua veraniega que pactamos entre mi médico y yo ha llegado a su fin, por lo que volvemos al redil. Obviamente, no de una forma tan espartana como al principio, pero se acabaron las cervezas a deshoras y el desorden en las comidas. Volvemos a la fruta y los yogures, y a no picar entre horas. Estoy convencido que en mi próxima entrega habrá una notable diferencia de peso.