domingo, 31 de mayo de 2015

Día Mundial sin Tabaco

Llevaba meses parado este blog, y es que, desde que decidí dejar de fumar, he entrado en una rutina diferente. He dejado a un lado el régimen, aunque no por ello las buenas costumbres, aunque también he retomado algunas no tan sanas, pero que echaba de menos, como puede ser el tomarme unas cervecitas o comer platos durante más de un año prohibidos.

He de decir que he ganado peso, aproximadamente unos 8-9 kilos desde que dejé de fumar. Pero compruebo que en los últimos meses ya me he mantenido, he ido subiendo y bajando medio kilo arriba o abajo. No estoy contento con mi peso actual, pero tampoco me doy de cabezazos contra la pared. Ahora se que los puedo bajar a poco que me lo proponga.

Pero hoy venía a hablaros del tabaco. A día de hoy llevo exactamente 230 días sin fumar. O lo que es lo mismo, he dejado de encenderme más de 11.500 cigarrillos (!!). Que se dice pronto. Nunca pensé que sería capaz. Siempre he sido muy dejado para todo, y sobre todo para los vicios,  el del tabaco llevaba dentro de mí desde la infancia. Pero un buen día, y sin que nadie me lo pidiera, sin que nadie me lo insinuara, sin que nadie me presionara, decidí marcarme una fecha para la qe iba a ser mi última calada: el 12 de octubre. Recuerdo ese día, o mejor dicho esa noche, cuando, poco antes de irme a dormir, encendería el último cigarro. Es curioso, pero al apagarlo, sin ni siquiera apurarlo hasta el filtro al saber que era el último, supe que lo había empezado a conseguir. En vez de entrarme el miedo a lo desconocido (desayunar y no encenderme un pitillo ai instante era para mí algo desconocido en los últimos 30 años...) me fui a dormir con la confianza de que iba a poder superar este reto. Qué coño...si había sido capaz de adelgazar 60 kilos, lo del tabaco tenía que ser pan comido.

Por primera vez en mucho tiempo tuve seguridad en mí mismo. Lo pasé mal los 3 o 4 primeros días, pero no fue esa ansiedad desmesurada que me imaginaba, aquella que me entraba cuando me quedaba sin tabaco en casa y tenía que vestirme y bajar a comprar, fuera la hora que fuera. Cierto es que en ocasiones paliaba esos brotes ansiosos con visitas al frigo, pero obviamente era el precio a pagar. Todo el mundo me había advertido de que engordaría. Entre 10 y 15 kilos, me dijeron unos....más de 20 he escuchado a otros...en fin, que al final ha sido un poco menos, pero ha merecido la pena. Actualmente,  y a pesar de seguir oficialmente gordo, me encuentro muy bien físicamente. Este mes he batido el récord de kilómetros andados, rozando los 400, y aunque la ropa se me ciñe un poco más, no me importa. Ya adelgazaré. O no. Lo más difícil ya está hecho.

Veréis que no he mencionado el tema económico. Pues bien, la app que me chiva lo que me estoy ahorrando me dice que he dejado de gastar la friolera de 2.600 €. O lo que es lo mismo, habría empezado a pasarlas putas mucho antes, ya que si en estos momentos estoy al borde del colapso económico, muy muy al borde, seguir fumando hubiese significado haber llegado al punto actual en diciembre. Al menos he retrasado 6 meses el quedarme en la ruina. Algo es algo.

Espero que, como los niños buenos que se portan bien y esperan que los Reyes Magos les recompensen por ello, yo espero lo mismo de la divina providencia. Me estoy empezando a ahogar, y esta vez ya no es por causa del humo.

martes, 13 de enero de 2015

La pregunta del millón

Ayer me hicieron una de esas preguntas que son muy complicadas de responder...¿ qué te ha costado más, adelgazar 60 kilos o dejar de fumar? Ufff...¿a quién quieres más, a mamá o a papá? Resulta curioso que sea algo que ni me había planteado hasta este momento, y mi respuesta fue de lo más...de lo más....casi mejor que cada uno elija el calificativo que le apetezca, porque mi respuesta fue: "las dos cosas me han resultado igual de sencillas".

-Os dejo un par de minutos para que me pongáis a parir, para que vuestros vecinos os oigan decir aquello de "no se lo cree ni él!!" y ese tipo de cosas que se suelen decir al leer sentencias como ésta...ya?, vale, pues sigo-

Bien, como iba diciendo, ambas cosas me han resultado igual de fáciles, y digo esto porque en ambas ocasiones, la opción de abandonar no se ha producido, en ningún momento se me ha pasado por la cabeza el "voy a dejar de adelgazar", que sí, que era el primer objetivo primordial y básico, yo no podía seguir con 180 kilotones de peso. Así que, un buen día dije...hasta aquí!. Y, por primera vez en 47 años, me propuse adelgazar. Y vaya que si adelgacé. O, mejor dicho.... vaya cómo estoy adelgazando, porque esto no ha terminado ni mucho menos. Al final si le ves las orejas al lobo, todo es más sencillo. Los que me seguís desde los inicios de este blog sabéis que tuve señales inequívocas de que, o bien daba un giro a mi vida, o de lo contrario mis amigos tendrían un funeral inesperado. Y eso sería una gran putada para los amigos. Así que, un poquito de fuerza de voluntad, unido a amigas estupendas que se ofreden a echarte una mano desinteresadamente, en un añito, la tercera parte de mi peso de entonces ya es historia.

Y estaba lo del tabaco...empecé a fumar con 14 añitos, incrementando mi dosis de nicotina hasta los más de dos paquetes diarios que me fumaba hace unos meses. Mucha gente, amigos míos, me habían propuesto, insinuado, acojonado, intimidado...para que dejara de fumar. Todo con mucho cariño, pero, al final, para dejar de fumar, tienes que ser el que estés convencido de querer dejarlo. De otra forma es totalmente imposible, por mucho que te pongan los medios a tu alcance, por mucho que te busquen sustitutivos, por mucho que tus amigos te insistan...TIENES QUE QUERER DEJAR DE FUMAR. De otra forma, ni la imagen más absurda en una cajetilla alertándote de sus peligros podrá hacer que cambies de opinión. Ni siquiera un cigarrillo electrónico...

Ahora me encuentro muy bien físicamente. He empezado a correr sin notar cansancio, algo que la última vez que me ocurrió fue en blanco y negro, he ganado algo de peso al dejar el cigarrillo, pero no hay problema, se cómo volver a perderlo. Al fin y al cabo, lo importante es sentirte a gusto contigo mismo. Y yo, después de más de 30 años, lo he conseguido. Gracias Rita, gracias Rocío. Gracias a todos mis amigos de verdad que están ahí, por si recaigo para recogerme y volverme a poner en el buen camino. Gracias a todos.




lunes, 5 de enero de 2015

Navidad, Ansiedad, Dulce Navidad...

Semana 66
Peso: 123,1 kg.

Llevaba tiempo sin escribir, y lo cierto es que lo echaba en falta. Desde que tomé la decisión de dejar de fumar, mi médico, mi enfermera y yo decidimos dejar aparcada un tanto la dieta, para centrarnos en lo que en este momento es realmente importante para mi salud.

Sabía positivamente que este proceso iba a repercutir en mi tempo de adelgazamiento. Todo el mundo coincidía en que ganaría peso. Entre 7 y 15 kg. estaban las apuestas...pues bien, tras casi 3 meses sin fumar, he recuperado unos 9 kilos, lo cual no es en absoluto preocupante, y menos al ver que, en el peor periodo del año para estas cosas, la Navidad, apenas he ganado un kilillo.

Y es que son fechas muy duras para dejar de fumar, sobre todo si no te gustan estas fiestas. La melancolía, la tristeza, las decepciones de la gente que menos te esperas, las estresantes reuniones familiares...todo produce ansiedad. Y esa ansiedad antes la paliaba con unas cuantas caladas a un cigarrillo, pero ahora todo eso cambió. ¿Y qué te queda? Pues efectivamente, la comida y/o la bebida. Por vez primera en años me he comprado para casa un paquete de patatas fritas, o uno de cacahuetes. Y todo ello para no tener que recurrir a la cerveza, el otro ansiolítico sin receta que me queda. Y aún así alguna que otra ha caído también.

Todo ello unido a las mencionadas reuniones familiares, casi siempre pantagruélicas, las cañitas con amigos, más cañitas con amigos, los vermuts improvisados, las reuniones con gente que no ves nada más que en estas fechas...todo junto hace que hasta el más pintado se vaya con unos cuantos kilos de más estos días. Por eso me doy con un cantito en los dientes al haber sido capaz de mantener mi peso en esos 123 kg. que marcaba mi báscula esta mañana. O lo que es lo mismo, sólo tres más de los que tenía en mi última entrada del blog, a finales de noviembre.

Ya se acaban las navidades, ya volvemos a la rutina, y ya es hora de retomar una dieta moderada que me ayude a perder lo ganado estos meses. Seguro que lo conseguimos.